viernes, 19 de octubre de 2012

De cigarras y hormigas

Quien no ha oído hablar de la fábula de la cigarra y la hormiga, atribuida a Esopo y recreada posteriormente por Jean de la Fontaine y Félix Mª  Samaniego, en ella una cigarra pasa todo el verano ociosa, pero llegado el invierno la hormiga disfruta descansando y viviendo del fruto de su trabajo veraniego, mientras la cigarra paga con frío y hambre su ociosidad, luego , el autor griego da un carácter de bondad a la hormiga que da unos granos a la cigarra junto con el consejo "más vale prevenir que lamentar", pero La Fontaine, será mucho más cruel ya que la hormiga se niega a compartir el fruto de su trabajo y ahorro, temerosa que la cigarra no cambié su actitud, por lo que esta muere de hambre y frío.
Lo que parece un viejo y desfasado cuento infantil, tiene hoy día más valor que nunca y puede ser aplicado a esta sociedad, la cual tratando de ayudar y socorrer al miembro desvalido y con problemas ha creado una serie de sistemas de ayuda y protección, que carentes de los controles adecuados hace que aumente la picaresca y el abuso, de modo que la generosidad de la hormiga, se ve impuesta por un Estado que le cobrara una serie de impuestos para redistribuir la riqueza y ayudar a quien no tiene, lo cual está bien en un principio, pero no entra en analizar las causas de por qué no tiene. La pobre hormiga sin parar de trabajar y almacenar ve como el gobierno, cada vez le exige más granos por su trabajo y por su ahorro mientras que la población de cigarras aumenta y aumenta.
Y así le ha pasado a la sociedad española, que ha visto aumentar su población hasta aproximadamente los 46 millones de personas, pero la población que trabaja apenas roza los 17 millones, según datos de la Seguridad Social, entre estos 29 millones tenemos niños y jóvenes que aún no han llegado a la edad para trabajar, personas que ya han cumplido con su vida laboral, personas que desgraciadamente no pueden trabajar, accidentados laborales, enfermos, discapacitados... personas que deciden no trabajar, otros que por mucho que buscan y se esfuerzan no hallan un trabajo, pero hay también un colectivo de personas que les resulta más cómodo vivir sin trabajar a cuenta de las ayudas públicas, privando de esas ayudas a personas que de verdad lo necesitan o aquellas personas que quieren vivir de un trabajo "clandestino" sin contribuir al sistema, pero si recibiendo los beneficios de este ya que legalmente carece de recursos. Y lo peor que la hormiga cada día está más explotada y cada día se agota más.
Por todo ello se necesitan más hormigas y menos cigarras.

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